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Hola queridos! Como llevais el viernes? Espero que genial! Aquí os dejo con una de cover de @maria_villalon que ya tocaba, espero que os guste y si es asi os invito a que compartais la publicacion! ✨ Feliz finde!❤️ @namomusica @covers_music55 @vivesporella #instavoces
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#LaLluvia
No llueve. Es extraño, pero a veces aunque no llueva llega la tristeza. En estos casos llega sin paraguas, y pasa rápidamente. Se sienta y mira a su alrededor como si nunca hubiera venido. Se le ve más alta y fuerte. Es como si durante ese tiempo en el que permaneció lejos, la vida, también a ella, la hubiera tratado de maravilla.
Con una extraña valentía la interrogas con una mirada. Y ella hace un leve movimiento de cabeza, como diciendo "Sí, realmente soy yo". Y con calma te dice "No te preocupes, sólo pasaba por aquí, y se me ocurrió que tal vez podrías ofrecerme algo de tomar". Tú te haces el sorprendido, como debe ser, a pesar de que sientes como si en este momento tan absurdo, en el que no llueve, la hubieras estado esperando.
Entre otro puñado de miradas pasan apenas algunos segundos pero, por supuesto, pasan como si fueran horas. Luego ella, cambia la expresión en su rostro. Ahora está como esperando que le hables. Tú piensas en decirle que te agrada verla pero no lo haces. Eso puede no gustarle mucho, y no quieres ofenderla. Le ofreces vino y ella acepta. Después de un par de copas todo es diferente, hasta te atreves a contarle de tus últimas alegrías y casi ríen juntos. De pronto, en medio de la conversación, y sin que nadie se de cuenta, ha empezado a llover.
Le ofreces otra copa y ella la rechaza alegando que no piensa excederse con el licor, y concluye diciendo "no vaya ha ser que terminemos amaneciendo juntos". Sin embargo, tú sigues tomando mientras la lluvia arrecia, y con una botella de vino que está cada vez más vacía, la conversación se va haciendo más incoherente, y ella se va haciendo más guapa. No estás seguro si es por causa del alcohol, pero en ese momento jurarías que ella nunca te ha gustado tanto. Así que, mientras te quita la ropa y te ayuda a acostarte, te llenas de valor y le pides que se quede. Ella te regala como respuesta una de esas sonrisas que se dan los amantes cuando quieren decir que tal vez mañana. Luego te hace un guiño, se despide como si no fuera a volver nunca, y se marcha bajo la lluvia. Es extraño, pero a veces aunque llueva nos deja la tristeza.
#LaLluvia
@un_tal_gabriel
#LaLluvia
No llueve. Es extraño, pero a veces aunque no llueva llega la tristeza. En estos casos llega sin paraguas, y pasa rápidamente. Se sienta y mira a su alrededor como si nunca hubiera venido. Se le ve más alta y fuerte. Es como si durante ese tiempo en el que permaneció lejos, la vida, también a ella, la hubiera tratado de maravilla.
Con una extraña valentía la interrogas con una mirada. Y ella hace un leve movimiento de cabeza, como diciendo "Sí, realmente soy yo". Y con calma te dice "No te preocupes, sólo pasaba por aquí, y se me ocurrió que tal vez podrías ofrecerme algo de tomar". Tú te haces el sorprendido, como debe ser, a pesar de que sientes como si en este momento tan absurdo, en el que no llueve, la hubieras estado esperando.
Entre otro puñado de miradas pasan apenas algunos segundos pero, por supuesto, pasan como si fueran horas. Luego ella, cambia la expresión en su rostro. Ahora está como esperando que le hables. Tú piensas en decirle que te agrada verla pero no lo haces. Eso puede no gustarle mucho, y no quieres ofenderla. Le ofreces vino y ella acepta. Después de un par de copas todo es diferente, hasta te atreves a contarle de tus últimas alegrías y casi ríen juntos. De pronto, en medio de la conversación, y sin que nadie se de cuenta, ha empezado a llover.
Le ofreces otra copa y ella la rechaza alegando que no piensa excederse con el licor, y concluye diciendo "no vaya ha ser que terminemos amaneciendo juntos". Sin embargo, tú sigues tomando mientras la lluvia arrecia, y con una botella de vino que está cada vez más vacía, la conversación se va haciendo más incoherente, y ella se va haciendo más guapa. No estás seguro si es por causa del alcohol, pero en ese momento jurarías que ella nunca te ha gustado tanto. Así que, mientras te quita la ropa y te ayuda a acostarte, te llenas de valor y le pides que se quede. Ella te regala como respuesta una de esas sonrisas que se dan los amantes cuando quieren decir que tal vez mañana. Luego te hace un guiño, se despide como si no fuera a volver nunca, y se marcha bajo la lluvia. Es extraño, pero a veces aunque llueva nos deja la tristeza.
#LaLluvia
@un_tal_gabriel
Mi cover de #lalluvia de @maria_villalon Qué canción tan bonita y maravillosa como su cantante! ❤️ Qué grande eres, María!
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Lo cierto es que el hecho por el que grabé esta canción es porque anímicamente me hacía falta... Me siento muy reflejado con todo lo que dice la canción... Una canción es más que una melodía y una letra, si el conjunto de todo hace que se me pongan los pelos de punta, es que de verdad merece mucho la pena.
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#LaLluvia
No llueve. Es extraño, pero a veces aunque no llueva llega la tristeza. En estos casos llega sin paraguas, y pasa rápidamente. Se sienta y mira a su alrededor como si nunca hubiera venido. Se le ve más alta y fuerte. Es como si durante ese tiempo en el que permaneció lejos, la vida, también a ella, la hubiera tratado de maravilla.
Con una extraña valentía la interrogas con una mirada. Y ella hace un leve movimiento de cabeza, como diciendo "Sí, realmente soy yo". Y con calma te dice "No te preocupes, sólo pasaba por aquí, y se me ocurrió que tal vez podrías ofrecerme algo de tomar". Tú te haces el sorprendido, como debe ser, a pesar de que sientes como si en este momento tan absurdo, en el que no llueve, la hubieras estado esperando.
Entre otro puñado de miradas pasan apenas algunos segundos pero, por supuesto, pasan como si fueran horas. Luego ella, cambia la expresión en su rostro. Ahora está como esperando que le hables. Tú piensas en decirle que te agrada verla pero no lo haces. Eso puede no gustarle mucho, y no quieres ofenderla. Le ofreces vino y ella acepta. Después de un par de copas todo es diferente, hasta te atreves a contarle de tus últimas alegrías y casi ríen juntos. De pronto, en medio de la conversación, y sin que nadie se de cuenta, ha empezado a llover.
Le ofreces otra copa y ella la rechaza alegando que no piensa excederse con el licor, y concluye diciendo "no vaya a ser que terminemos amaneciendo juntos". Sin embargo, tú sigues tomando mientras la lluvia arrecia, y con una botella de vino que está cada vez más vacía, la conversación se va haciendo más incoherente, y ella se va haciendo más guapa. No estás seguro si es por causa del alcohol, pero en ese momento jurarías que ella nunca te ha gustado tanto. Así que, mientras te quita la ropa y te ayuda a acostarte, te llenas de valor y le pides que se quede. Ella te regala como respuesta una de esas sonrisas que se dan los amantes cuando quieren decir que tal vez mañana. Luego te hace un guiño, se despide como si no fuera a volver nunca, y se marcha bajo la lluvia. Es extraño, pero a veces aunque llueva nos deja la tristeza.
#LaLluvia
@un_tal_gabriel